02 Sep 2014

Hamburgo

Hamburgo es una ciudad muy excitante, superatractiva culturalmente, llena de gente interesante con la que pararte a hablar durante horas y horas y sorprenderte con las historias que tienen para contar.

 

Aunque nunca lo sabré porque me pasé toda la semana encerrado en la agencia trabajando.

 

Sí, amigos, vosotros pensáis que mi vida es excitante y que siempre estoy rodeado de modelos gemelas rusas que me traen racimos de uvas y me hacen masajes mientras leo el Marca tomando un buen Ponche Caballero, como todo hombre de bien. Pero no, a veces también trabajo.

 

Así que, ya si eso, descubro Hamburgo otro día.

 

Resumen rápido:

1 agencia muy molona. 1 entrada triunfal en la reunión semanal donde no entendí lo que me dijo el jefe y solo sonreí como un estúpido delante de 45 personas. 45 personas supermajas que me trataron supermajamente. 1 cartel de “Bienvenido Jonay”. 4 briefs sobre la mesa. 1 chaval que me dejó las llaves de su casa (sí, así por la cara: “hola, me llamo Phillip y estas son las llaves de mi casa, que me voy de vacaciones a Suecia”). 1 casa en el barrio más cool de Hamburgo. 1 partido de fútbol. 2 lesiones. 1 bar dentro de la agencia. 1 “cerveza gratis” que no se me iba de la cabeza como el Ai se eu te pego ai, ai se eu te pego. 1 partido de futbolín sin lesionados. 1 derrota cruel por 1 gol en el último minuto. 1 concierto al aire libre de un grupo alemán de hip-hop que sus letras puede que hablasen de amor (no creo) pero a mí me sonaban como un escarabajo del 69 subiendo una cuesta. 20 o más nuevos likes en Facebook. 1 visita guiada en coche. 3 visitas guiadas a pie. 1 (vale, 2) bocadillos de pescado a las 6 de la mañana en el puerto mientras escuchaba una orquesta de cincuentones. 1 cartel de “Gracias Jonay”. 2 aplausos. 0 hamburguesas.

 

Cosas aprendidas:

La parte roja de la acera es para los ciclistas y cada segundo que pasas en ella puede ser el último de tu vida. Se puede tener el nombre en la puerta de la agencia y seguir siendo humano, cercano, atento, buena gente y amable (pruébelo, señor con nombre en la puerta de su agencia, no se arrepentirá). Un alemán viajó a Euskadi, se trajo el Kalimotxo y se forró. Los Beatles empezaron en Hamburgo. Every day is a pizza day. Danke shen. Bite shen. Tener a toda una agencia contenta es fácil si les escuchas y les cuidas un poco. La bebida gratis dentro de una agencia no tiene que significar que todo el mundo acabe potando sobre el Mac Air. Se pueden montar 3 fiestacas al año, no solo en Navidad, y seguir siendo rentables. Hamburgo tiene más puentes que Venecia y Amsterdam juntos. Poner fotomatones dentro de los bares es una idea realmente buena, la necesidad que te crean es impresionante.

 

Os dejo con algunas fotos, que estoy en mi primer día en la agencia de Copenhague y tengo algo de lío.

 

¡Un abrazo!

Llenar la tablet de cervezas está permitido si pones un post it con carita sonriendo.

Llenarte la tablet de cervezas como regalo por haberte ido, está permitido si pones un post it con carita sonriendo.

 

Cuando digo un bar, quiero decir un bar, no una barra con un tirador de cerveza.

Cuando digo un bar, quiero decir un bar, no una barra con un tirador de cerveza.

 

Fotomatón en bares. Se tienen que forrar con tontacos como nosotros.

 

Concierto en casa okupa.

Concierto en casa okupa.

 

Para mi madre: me levanté el domingo a las 6 de la mañana para comerme un bocadillo de estos. Para el resto: nada mejor que un bocadillo antes de dormir las cervezas de trigo.

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