06 Jul 2014

París bien vale un disgusto.

Escribo esto desde un McDonalds (sí, lo sé, pero tienen wifi gratuito, ilimitado, a solo un clic y sin tener que dar los datos hasta de tu abuela materna) mientras miro cómo llueve en París al lado de una mujer que eructa como un cachorrito de TIGRE y dos payasos, como los de Micolor, hablan enfrente de mi ventana.

Llevo una semana y pico en París y ha sido…

*versión para mi madre: entretenida.
* versión para el resto de lectores: loca como cualquier capítulo 9 de Juego de Tronos.

Para empezar diré que el contador de cervezas se ha disparado, aquí no tengo a nadie que me diga “tronco, me paso a las copas, que no me entra más birra” así que sigo con cervezas hasta que pierdo la cartera. Y no exagero, en una fiesta muy cool en una terraza a orillas del Sena me empezaron a dar cervezas con Vodka gratis (Skoll se llaman, no las bebáis, primer aviso) y claro, a la décima o así me puse piripi. Y cuando digo piripi quiero decir PEDO COMO NICOLAS CAGE EN LEAVING LAS VEGAS.

Resultado: 1 cartera perdida con DNI, tarjetas de crédito, tarjeta sanitaria, carnet de conducir (¿¿y qué hago ahora con la furgona??) y lo más importante, una tarjeta regalo del Pull & Bear caducada que lleva conmigo desde que devolví un regalo de mi hermana en Reyes de 2011.
1 discusión con el taxista para que me llevara de vuelta a la discoteca esa (el hombre ni tenía ni idea de dónde era porque me debió recoger después de haber caminado kilómetros sin rumbo).
1 camarero de puta madre que me dejó dinero y la dirección del Consulado.
1 taxista (otro) que me llevó de gira por París para quedarse con todo el dinero que me había dejado el camarero.
1 resaca espantosa.
2 visitas a comisaría.
4 llamadas al banco.
1 visita al consulado.
1 “tienes que volver a España para recuperar el DNI y el carnet de conducir tarda en llegar al menos 2 meses”.
1 McDonalds con WiFi.
1 mail de un señor que encontró mi cartera y me localizó por Internet.
1 llorera liberadora de tensión.
1 puto moñas que estoy hecho.

Y ya, eso fue el viernes pasado, el resto de la semana fue genial también; más vida social en París y lo mejor de todo: tengo un brief para Skoda Europa en una agencia que está increíble, La Chose se llama. El martes presento ideas a un señor que es como una especie de leyenda en Francia, tan leyenda que es el de las siglas TC en BETC, la agencia de Canal+ que no para de ganar leones y es una de las más importantes del mundo y a otro señor que se llama Pascal y es por el estilo, no quise saber más para no acojonarme al presentar. Además, le gustó mi carpeta y lo de la furgona y lo de los poemas (el poema todavía) en las paredes y en instagram y demás, así que salí de la reunión como si celebrase un gol de penalti que no significa nada en el último minuto de la Champions 2014, pero sin abdominales.

Y nada más, el martes presento y os cuento. Un abrazo a todos y muchas gracias por leer. Os dejo con el hello que sigo sin saber quitar y sigo pensando un rato. Os echo de menos a veces, que lo sepáis.

hello